Violeta se perdía meses y meses por distintos países, para conocer gente, lugares, y a sí misma. Además, para saborear el poder de la mentira.
-Es tan fácil follar yéndote fuera de tu tierra, haciéndole creer a alguien que no tiene nada que perder... Porque lejos de los ojos que nos juzgan perdemos el miedo al fracaso. Y si perdemos el miedo al fracaso, pasan dos cosas: O hacemos lo que queramos con el mundo, o el mundo hará lo que quiera con nosotros.
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