sábado, 8 de octubre de 2011

Exaltación del miserable.

Grandioso miserable.
Escribes cartas de amor escondidas a lo más brillante de ti mismo,
a aquello que se ahoga en el clamor profundo de tu reflejo,
y te duele, y la ignorancia plausible te apaga,
hasta que recoges los gritos pendidos de los dedos,
la agotable saliva de las pupilas,
ignorando si eres el que está al otro lado del espejo
o a este lado del espejo
o si eres el espejo
o si quieres romperlo en mil pedazos
y en tu mente se dibuja la ciudad que jamás será tuya.

Grandioso miserable.
Te sientes hundido,
callado,
enmohecido.
Las manos no son para ti.
No es para ti el calor en invierno ni el frío en verano.

Las cicatrices se verían de verdad si alguien echara un vistazo más allá de tu alma.
Pero todos odian tu alma,
porque tú odias tu alma,
porque deberían odiarla, ¿no?
Tu alma.
Tu arma.
Tú.

Grandioso miserable.

Claro que hablas.
Y resulta que para ti el cielo es de un color diferente,
como el marrón de sus ojos,
que no es marrón,
pero es marrón para el resto,
y es como amor para ti,
porque tú lo ves con la colera de la pasión,
y escribes,
porque resulta que el cielo es de un color diferente,
y claro que hablas,
porque eres un grandioso miserable.

Grandioso miserable,
un día más,
siendo un grandioso miserable,
amparado en las luces automáticas de alguna discoteca triste,
anclado en una foto que no te corresponde,
suspirando
suspirando,
suspira,
grandioso miserable,
un día más.

Grandioso miserable.
Suspira tranquilo.
Ya pasó la tempestad.
Ya está aquí la memoria
para recordarte que fuiste feliz
que pudiste cantar
que pudiste hacer de tu vida un musical
que dejaste de llorar ayer
con ese segundo que se escapó de tu boca
y que si mueres
solo si mueres
solo si mueres, solo,
si mueres, solo,
si solo mueres,
lo que te hizo grandioso, miserable, morirá.

Grandioso miserable,
un secreto te contaré,
eso que late es tu vida
eso que brilla es tu vida.

Qué importa de qué color sean las estrellas
si las puedes dibujar,
qué importa qué lejos pueda estar el cielo,
si lo podemos acercar,
qué importa lo veloces que sean los pájaros,
si los podemos alcanzar.

Grandioso miserable,
no te vuelvas pequeño.
Vuelve.

Eso que grita es un héroe.
Y eso que grita tanto eres tú.
Eso de luchar es de ser un hombre.
De ser un campeón.
Sé un niño
sé un hombre
sé Dios.

Lejos de cada lágrima
se encuentra lo que quieres ver
ese espíritu de lucha
y en la lucha
gritaré.

Apagado,
cerca de mí,
se encuentra lo que quiero ser,
un poeta
un miserable
un campeón de palabras impronunciables
el salvador de cada sombra
de aquellas mañanas sin sol
y aún sin sol
amaneceré.

Amanecerás.

A donde vas miserable
no te olvides de gritar
sigue luchando por ti
por mí
y por Dios.

Olvidate de lo imposible
eso jamás nos ocurrió
y por muchos amores que se vayan
simplemente
diles adiós.

Oh, miserable, miserable,
no te rindas
sigues estando ahí
date la vuelta y lucha
solo por amor
solo por ti
solo
para acabar siendo el vencedor.

Grita.
Grita pequeño miserable.
Sal de casa.
Usa tus piernas para volar.
Grita otra vez.
Grita.

Alza el rifle.
¡Tú eres el rifle!
Esa mirada es el rifle.
Alzate, miserable,
porque puedes
porque puedo
porque podemos.

Porque somos unos miserable.
Unos grandiosos miserables.
Porque rompemos puertas con nuestras intenciones,
y cambiamos vidas con nuestra presencia
porque escribimos
porque decimos en voz baja
a nuestra alta conciencia,
que ya iba siendo hora
de que salieran los pájaros y cantaran lo que llevamos toda la vida soñando.

Alza el rifle
Tú eres el rifle
Alzate, miserable
porque puedes
porque puedo
porque podemos
porque debemos.

Porque somos únicos
porque sonreímos
porque lloramos.

Porque allá donde miro
cualquiera puede ser un rey
y somos cualquiera.

Porque mañana descubriremos que es lo que Dios nos tiene preparado,
y lo esperaremos como héroes.
Como Grandiosos Héroes.
Como Grandiosos Miserables.




2 comentarios:

  1. Y resulta que para ti el cielo es de un color diferente,
    como el marrón de sus ojos,
    que no es marrón,
    pero es marrón para el resto,
    y es como amor para ti,
    porque tú lo ves con la colera de la pasión,
    y escribes,
    porque resulta que el cielo es de un color diferente,
    y claro que hablas,
    porque eres un grandioso miserable.


    :)

    ResponderEliminar