viernes, 24 de febrero de 2012

Conversación I

-¿Y ahora?
-Ahora me miraré durante horas frente al espejo
-Digo nosotros.
-Déjame que te sonría.
No dices nosotros.
Lo escribes, si acaso,
pero no dices nosotros.
Lo piensas, quizás,
pero no dices nosotros.
Lo sientes, a veces,
pero no dices nosotros.
-¿Y ahora?
-¿Quieres que me quede?
-Como se quedan las lámparas.
No como se queda la luna
o los brazos del sol.
Que te quedaras como la estufa
cuando el frío no se marche.
(Hay monstruos
a los que no sé decir adiós
salvo bajo las sábanas.)
-No soy una lámpara.
-Podrías.
-Pero no soy una lámpara.
Soy una boca.
-¿Y qué hacen las bocas?
-La tuya, se calla.
La mía, explota.
-¿Y qué es mejor?
-La tuya, cuando es mía.
-Mi boca no es de nadie
salvo del silencio.
-Ahí tienes tu respuesta.
¿Y ahora?

1 comentario:

  1. En serio, no hay ni habrá nada más exquisito que tu blog, de principio a fin, cada palabra de cada poema de cada entrada de cada puto verso.

    ResponderEliminar