Cuando te vayas ya no me harás falta.
Me hacías falta antes cuando no era,
cuando llegaste y me dijiste:
'convierto ranas malditas en malditos poetas'.
Yo no entendía tu lenguaje, no quería.
Estratégicamente ocultabas tu lengua
tras una barricada de ocaso y carne,
y solo soñaba con ganar la guerra.
Pero he perdido mucho.
Todo lo que me hacía miserable,
vulgar y cualquiera.
Pero ya no me harás falta
cuando pinte en paredes con poemas
que ya no creo en el futuro.
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