martes, 7 de febrero de 2012

Todos los héroes mueren un día después de su batalla.

A M. V. G.


Desde la vista del sol,
todo ser es pequeño y se compone
de miedos y casualidad.

La casualidad del amor,
cuando eres niña
y crees en gigantes,
en caballeros que te rescatan
y te llaman princesa,
te escriben en la espalda,
palabras como el agua,
que te dejan cicatrices
grotescas
en el alma.
Y así se va la infancia
con la estruendosa casualidad
del amor.

Pero todo hombre es pequeño
y sus sueños
no son más que papel de tabaco.

Entonces duermes acompañada
por semáforos.
Bajo las sábanas blindadas
los sueños oscuros
tienen pesadillas,
y no pisarán las calles
que ya pisas.

Lo que una vez encendió la luz
quemó la partitura.
Acercándola a la bombilla
marcaron tu piel
(A veces los recuerdon arden).
Por eso no compones.
Por eso si hay ceniza
pronto te lavarás las mejillas
por si queda alguna palabra
por leer
(incluso en la oscuridad
los ojos de los monstruos
brillan).
Por eso no compones,
porque todo hombre es pequeño
y sus sueños
no son más que papel de tabaco.
Y fumas lentamente
para ser Dios:
Cruel y dominante
decides.

Pero si alguien te encontrara
sería fingiendo
que has perdido la llave.
Y si simplemente abriera la jaula,
no entenderías cómo.
Si es que acaso tuviera la fuerza
de un monstruoso animal.
Si es que una vez te encerró
y quisiera por capricho
enseñarte más puertas
(todo paisaje lleva al paraíso).
Si te gritara de nuevo
que todo hombre es pequeño
y sus sueños
no son más que papel de tabaco,
nunca más querrías salir
(no hay afuera más que lluvia torrencial
en un paisaje parisino).

Todos los héroes mueren
un día después de su batalla.

Hay guerras que se libran tras la muerte.
Hay sangre que salpica seca.
Pero todos los genios viven encerrados
en sus jaulas.
Los barrotes van cayendo.
No hay dinamita más peligrosa
que la compuesta por poetas.
¿Y si fundieras las rejas?
¿Y si la hicieras música?
(los barrotes tumbados son partituras vacías)
¿Y si te fumaras los sueños
hasta hacerlos prosa?
Todo hombre es pequeño
y sus sueños
no son más que papel de tabaco.
Pero lo has visto
delgado y transparante.
¿Lo has visto volando
como una cometa?
¿Lo has visto ardiendo
en tus dedos?

Recuerda pequeña mona:
Los sueños de un hombre
solo deben arder en los besos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario