-Estás loco. Serías capaz de construir una cometa gigante para engancharla a este restaurante y volar hasta París sin que me diera cuenta.
-¡Qué cosas dices!
-Señor, se acerca un avión por estribor -informó nervioso uno de los camareros.
-Manejadlo con toda la suavidad posible, no quiero que se me caiga la cena.
-De acuerdo, señor -contestó antes de irse.
-Dime que no es verdad...
-¿El qué?
-Dime que no estamos volando con una cometa enganchada a este restaurante...
-¡Qué va! Son globos de helio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario