sábado, 14 de enero de 2012

Nacer.


Basta ya de nacer con la pupilas dilatadas, con el vaso medio vacío o medio lleno, con el vaso. Con el ritmo del llanto y los tambores y con los suspiros y silencios -resúmenes de sentimientos- atados en todo brazo o trozo de piel que no alcanza a entender que el sudor puede ser agua, que se puede ver el color de las mariposas pero jamás sus alas, a la luna sin maldiciones, a los segundos sin tiempo, y acabas viviendo con el temor de que las uñas se hayan vuelto carnívoras de la misma carne, dientes sedientos de la misma sangre del mismo cuello.
Pero dejándote vencer por lo evidente, acabas respirando.
-¿Por qué estoy aquí?
-¿Por qué has tardado tanto en estarlo?

1 comentario:

  1. Oh, es bonito.

    Silencios resúmenes de sentimientos, no hay mejor que esos resúmenes. Aunque a veces corres el riesgo de perderte en ellos.

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