sábado, 21 de enero de 2012

un beso dulce

Por no gastar
me echas ahora
con una puerta
llena de besos.

Con un dulce
y unas velas
y Audrey Hepburn
y Elvis Presley
tú me obligas
a que sonría.
Me conviertes
en un idiota
de tus actos.

Pero de tus lazos
y papel de regalo
brotan preguntas:

¿Cuándo veré en tus cartas
al amante que en mí dibujas?
¿Cuándo abrirás el sobre
de tus armónicos y notas?

Si yo cogiera un pincel
serías folio en blanco
todos los folios vacíos
todo lienzo y partitura
muriendo mucho antes
la tinta que las historias.

Tú lo dejas en silencio
cerrado a cal y canto
todo sueño imposible
todo temblor sin tierra
pero a cada beso dulce
¿irás olvidando el fracaso?

De pronto te revuelves y me dejas la oreja helada.

Cuando estás dormida
el ruidito de tu boca
el calor de tus manos
el olor de tu cabello
sabe darme la razón.

(y no me hace falta dormir
para que sonrías)


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