domingo, 19 de febrero de 2012

Estallar.

En ninguna parte nos dejamos,
espalda contra espalda en ese parque.
Pajarillos mudos esperaban el ocaso
y nuestro rostro inclinado vivía del aire.

Poco, poco a poco, fue pasando
estirabamos los brazos a la vez,
eramos dos niños muy malcriados
que amábamos los juegos de beber.

Desde tu boca pudo
estallar el cielo.

Yo también odio las trompetas, dije,
yo también odio lo que odias, dije,
yo también quiero que me odies, pienso,
yo quiero que abras la puerta del silencio.

Yo quiero que este roce nos destiña,
confundamos el vivir con el morir,
abandonar mi cuello a tus caricias,
encerrar los dedos, y tirar la llave.

Desde tu boca pudo
estallar el cielo.

Se corrompió un alma tan humana,
con los designios a la luz.
Pasaban las horas a la espalda
porque el parque no nos decía adiós.

Durante un rato se amaron los cabellos
tan desnudos con los ojos tan cerrados
dormimos cerca con el alma tan lejos.
No hacia frío, no, pero ahora sí...

Yo no sé de amor
Yo no sé de amor
Yo no sé de amor.
Lo he olvidado todo.
Yo no sé de amor
Yo no sé de amor
Yo no sé de amor.

Morir congelados
¿Ese era tu plan?
Shh, Toma mi boca
y hazme estallar.

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