lunes, 20 de febrero de 2012

No lo olvides.

De lo que pueda ser
solo la envidia de lo que serás.
No lo olvides.
No soy artista ninguno, nunca lo fui.

Cuando quise ser poeta me quedé cerca para copiarme,
un niño celoso del aire, en tus pequeñas bocanadas
recogidas por tus diminutas manos y te pregunté
si cabía dentro, si había hueco para mí pero ahora
me respondes que entre tus manos solo cabe el aire.
Y era cierto.
Pude ver entre tus manos aquella sombra aplacada,
un dibujo de las vigas de la gran ciudad de París
un instinto animal asentado bajo tantas sábanas
un sucio mensaje, que se disparaba a quemarropa,
y solo fui uno más, al parecer, de los que murió...

Ya no hay guerra para mí.
Me quedo en el suelo tiritando sin explicación.
Solo tuve que morir
porque había vivido tanto en solo un instante...

Pero si algo aprendí es que las lágrimas no
ablandan las balas.
Pero si algo recordaré mientras se cierra mi voz
será tu voz.

Aquí me quedaré, como un soldado más,
solo hay una boca que me pueda reanimar:

La misma que me mató...
La misma que me mató...
La misma que me...

Solo la envidia de lo que eres,
no lo olvides.

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