lunes, 20 de febrero de 2012

Larga y sonora carcajada.

 <<Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.>>
Jaime Gil de Biedma.


Es curioso que pueda caminar
si me falta algo, como el aire.
Va cayendo lentamente un trozo
de cada trozo de cada yo.
Insufrible para siempre estación
por encima del verano quema
las pestañas y mancha la voz.
Arida la boca, no queda más
que beber del sueño por si
allí te encontrará mintiendo,
con las manos desnudas
y sin ese que cuchillo que
me atraviesa, me atraviesa,
y sin ese cuchillo que...
¿Por qué lo dejas caer en mí?
Qué capricho más extraño...
Tatuaje carcelario esta cicatriz,
que me recuerda a los malvados.
Y siempre puedo salir
por debajo del río ardiente.
Y por mucho que duela...
Y por mucho que duela...
Tu recuerdo en mi boca
hace de anestesia.
Y por mucho que duela...
Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Cuanto estoy aprendiendo
en un instante como este.
Llámalo cualquiera.
Ya no importa.

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