Si amas a Amelie
porque odias a Amelie
de tanto amarla
pero odias cuando la odias
y cuando te odia la amas,
y si te ama la odias,
tengo la solución:
Ama y odia,
al gnomo de jardín
cuando vuelva de su viaje.
Fotografíate, "ou & quand",
recorriendo las flechas,
reescribiendo las cartas,
recogiendo del suelo el álbum de caras,
y dibuja, que quizás,
hoy no lo quieres saludar,
hoy no lo esperas,
pero si no aparece mañana,
secuestrado por terroristas,
te morderás las uñas
como te morderá el poema:
"Sin ti las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer."
Y mientras el tren traquetea
con la puerta cerrada,
si al darte la vuelta,
te lo encuentras,
te digo, pequeña mona,
que la cura de la bipolaridad
es la paciencia.
me ha pasado.
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