martes, 15 de mayo de 2012

No hay orden ni concierto


XXXIV

Aún en las palabras que he sabido
En cómo han nombrado el mar y el aire
Ahora consigo entenderlo todo.

Un paso atrás de ti
Han camuflado lo que eres
Con algo tan vulgar
Como un nombre propio.

Pero lo entiendo.
La gracilidad del ave se calcula por la envergadura de sus alas
Y cómo se vea
Allá en los cielos.
Si es de noche
La llamarán estrella.
Si te acercas, luna.


XXVI

Alguno de estos días
Te irás.
Probablemente será verano
Y llueva.
Probablemente
Hará tanto calor
Que quedará de mí
El desierto de unos huesos desgastados
Tras una eternidad bajo la sombra.

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