sábado, 30 de junio de 2012

Gato y Muchacho

-Y yo le dije, eh,
no puedes marcharte así por las buenas,
todavía tenemos mucho que contarnos.
Y entonces estiré la pata
como si fuera a dejar de alargarse.
Pero se acabó alargando, ¿sabes?

-Se dice largando.

-Se diga lo que se diga, duele.
Y yo sólo soy un gato callejero.

-Y yo un humano de ciudad.

-Y lo fomento. Vaya si lo fomento.

-Querrás decir lamento.

-Sin humanos de ciudad no habría gatos callejeros
que de vuestras cartas sobran latas
y vuestros coches dan la sombra
a las bocas de las alcantarillas.
Es un buen lugar para procrear.
Pero no hablemos más de ti. Es lamentable
echar de menos.

-Lo fomento. Lo fomento.

-Tu egoísmo sólo riega flores muertas.

-Si quieres te ayudo a buscarla.

-¿Flores muertas?

-A tu gata parisina.

-¿Cómo? ¿Un humano como otro?
¿Qué tienes de especial para hablar con un animal?

-Hablo con ellos a diario.

-No me convences. Ráscame la oreja.
No está mal. Te enseñaré por el camino.
¿Sabes caminar?

-No lo sé.

-Pues espero que te guste la música.
A mí me gusta la música.

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