lunes, 6 de agosto de 2012

Aún me quedan fuerzas

Aunque no se me escuche
hablo con la voz de un gato.
No quiero ser ninguna parte.
No quiero esperar entre contenedores
ni respirar los hedores de la estupidez,
de mi propio sudor,
de mis propias zarpas jugando con la víctima,
ese pájaro cantor que hacía sombra con su canto
y yo me regodeaba en su canto.
Pero cuando lo he matado todo
quiero poder decirte que soy mi peor enemigo
y que me mato
al no saber el límite entre animal y hombre.
Quiero pedir perdón:
Aún me quedan fuerzas para cometer otra estupidez,
hablar como te escribo, decir que
no hay nada más bello que acostarte sobre un verso
que si no duermo en la luna
buscándote en la arena
siendo entre los dos un nuevo mar
no vale la pena luchar.
Y si me absorbe una estrella
yo ya habré estado ciego.
Y si me come la luna
Quiero que sea con tus besos.
Pero después de la playa
aún me quedan fuerzas
para decir "qué idiota, anda tira, y sueña".

No hay comentarios:

Publicar un comentario