miércoles, 8 de agosto de 2012

Las copas que no se besan,
bailan
sobre el tablón de madera.

Vienes todos los días
y no sé si me escuchas.
No sé si me escuchas.

Porque nunca hablo
pero te digo
lo que me dices que diga.

Las copas que no se besan,
bailan
sobre el tablón de madera.

Has pedido otro café
mientras con el paño
limpiaba el metal.

Has pedido otro café
mientras por la copa
dejaba de tocar.

Vistes de seda
con el corte hasta los pies.
Chaqueta de cuero
y botines con tachuelas.
Tu pelo llega
hasta que abro
los ojos.
Prefiero seguir tocando
a mirarte
a los ojos.
Creo que son de miel.
Son tan raros, tan dulces tan tuyos tan tan tan...

Que si pides otro café
tendré que marchar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario