Tengo la mala costumbre de mirar
a la derecha
Y sonreír
A la altura de tus ojos.
Dices que los tengo extraños
Y me devuelves la sonrisa
Con ese cuchillo de afilar las
palabras
(¿Te he dicho ya que manchas de
pintalabios mis poemas?)
Esperar es conducir.
Esperarte
Es tener tus dedos sobre mi
nuca.
Inocente como un gato.
Y parece que decir que llevas un
vestido blanco
Es como hablar sobre la belleza.
Sube la ventana.
Entra mucho calor por tu boca
Y nuestro camino, espero,
Será extenso
Como cualquier distancia que nos
separa.
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