lunes, 1 de agosto de 2011

Vacaciones.

Me voy a tomar unas vacaciones de ti.
Sabes que trabajo demasiado en tu sonrisa,
y de cuando en cuando necesito un respiro.

Me voy a tomar unas vacaciones,
pues no quiero acordarme tanto de ti a  lo largo del día.
Ni del juego de tu cintura cuando andas a mi lado,
ni de la eterna pelea entre cogerte o no la mano,
ni del abrasador instante de tu cuerpo contra mi cuerpo,
ni de tu mejilla exhausta durmiendo sobre mi pecho,
ni recordar tu voz en esas canciones,
ni esos paseos de tus pies sobre mis talones,
ni las noches en vela hablando sobre los hados,
ni las paredes de piedra que alguien ha garabateado,
ni las dudas estúpidas por esta locura,
ni de tus besos revolucionando mi cordura,
ni quisiera recordar los días que nos separan,
ni recordar que contigo al fin siente mi alma,
ni las horas muertas contemplando tu sonrisa,
ni de que muero si pienso que nunca serás mía,
ni de los taxis escritos con mensajes nuestros,
ni de libretas con los por qué de que esto debería ser eterno.

Pero sobre todo,
no quiero levantarme cada mañana
y escribirte.

Me voy a tomar unas vacaciones.
Lo que no sé es cuando,
y espero que ese cuando sea nunca.

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