jueves, 29 de septiembre de 2011

Viaje a nuestra semilla.

Qué locura el mirarte.

Al echar la vista atrás me encuentro empapado en lágrimas.

Es tu mejilla sobre mi pecho la que se separa,
rítmicamente,
con esos pasos de baile tan cortos,
tan distantes.

Sube el saxo,
baja la guitarra.

Entre tus manos la luna,
entre mis manos tu alma,
entre tu alma mi aliento,
entre tu aliento mi cama.

Abrimos la puerta en la que mañana estaremos desnudos.

Dentro de un segundo me dirás lo que no quiero escucharte,
lo que yo ya te he dicho,
lo que tú ya sabes.
Paredes pintadas de recuerdo.

Pareces distinta cuando no marchas.

Maga,
que me hechizas,
que me encantas.

Voy dando golpes a la vida
como el compositor va zarandeando la varita
y los peñascos de la música crean la hermosa melodía de nuestro primer verso,
en lengua sostenida,
rompiendo maldiciones.

Colocas en braille,
sobre tu piel,
el sentido de la felicidad,
y dejo de estar desorientado,
a estar perdido:
A ser un idiota afortunado.

Qué lejos estás.
Qué lejos te siento.
Qué música más bonita.
Qué casualidad encontrarte.
Qué inquietud en mi estomago.
Qué hambre.
Quién eres.
Tú.
Qué locura.

Qué locura el mirarte.

1 comentario:

  1. Dios santo, no te separes nunca de esta chica. (Literariamente) saca lo mejor de ti.

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