jueves, 5 de enero de 2012

Espera.
Quiero desenmarañar este misterio,
apartando una a una las palabras
que llueven en tormenta como
composición orquestral de un fin,
de un peligroso rayo que atraviesa.
Si Pedro Salinas dejó en mil voces
tan semejante distinto sentimiento
yo lo llenaré de verdaderas mentiras
de bellas criaturas mitológicas
de milagros sagrados a adorar
-tu risa, tus piernas, tu cabello-
de locuras arrancadas de su azar,
y será la quietud del tiempo
el problema del silencio de las nubes.

Si no nos corresponden los segundos,
nos corresponderán los cuentos.
Pero cuando nos hunda la arena
formaremos parte del desierto.

1 comentario:

  1. "y será la quietud del tiempo
    el problema del silencio de las nubes..."

    bellísimo

    ResponderEliminar